El running, al ser una práctica deportiva, puede acarrear multitud de lesiones derivadas de su carácter cíclico, repetitivo y de los impactos que se ocasionan por cada zancada que se da. Además una mala técnica de carrera puede influir directamente en la aparición de determinadas lesiones.
Estas lesiones les suceden a multitud de deportistas, aunque se debe destacar su incidencia en corredores amateurs. Michael Conlon, fisioterapeuta, entrenador y gerente del Finish Line Physical Therapy destaca que “es muy importante que una vez detectado algún tipo de dolor, se pare y se pida asesoramiento sobre qué hacer para paliar esas molestias”. Añade además que es vital realizar esto debido a que una lesión mal curada puede conllevar problemas durante un largo periodo de tiempo.
Una de las zonas más afectadas por el running son las lesiones en el pie. Descubre las 5 lesiones de esta región más comunes y que se puede hacer para retomar pronto los entrenamientos.

5 lesiones frecuentes del pie en corredores
1. Fascitis plantar
El estrés repetitivo que se produce por los impactos constantes contra el pavimento puede irritar el ligamento que corre a lo largo del arco del pie, causando inflamación y dolor en el talón.
Esto puede suceder debido a unas zapatillas mal ajustadas o que no se adaptan al pie del corredor. También puede estar ocasionado por realizar entrenamientos demasiado intensos o por no variar las superficies por donde se realiza la sesión.
Para evitar este tipo de lesión debes introducir distintas superficies de menor impacto como puede ser la hierba o la arena y realizar otro tipo de actividades cíclicas relacionadas con resistencia aeróbicas donde no se produzcan tales impactos como pueden ser el ciclismo, la natación o la elíptica. De este modo, saldrás de la rutina, evitando caer en el aburrimiento.

2. Esguince de tobillo
El esguince de tobillo se trata de una lesión de aparición aguda, lo que significa que sabes perfectamente cuando te te ha sucedido. Consiste en un desgarro en uno de los ligamentos que pasan por el tobillo. En los casos más graves suele ir acompañado de una pequeña fractura del perone o de los huesos metatarsianos.
Este tipo de lesión se suele producir por una mala pisada en la que los ligamentos que componen el tobillo no soportan ese grado de flexión o extensión originándose por ende un desgarro en estos.
Para prevenir los esguinces de tobillo al correr debes evitar correr por caminos empedrados o realizar entrenamientos nocturnos por los cuales no veas bien por donde pisas. Además el uso de un calzado que no sujete correctamente el tobillo puede influir en su aparición.
Si ya te ha ocurrido, lo más aconsejable es acudir a un médico para que pueda valorar la gravedad del esguince y así tomar las medidas adecuadas para su tratamiento.

3. Fractura por estrés metatarsiano
En este caso, el dolor aparece en la planta del pie, concretamente en la zona del metatarso (el segundo o el tercero normalmente). Suele irradiarse además hacia la zona del empeine, enrojeciéndose y mostrándose algo de hinchazón. Con el tiempo, el dolor se incrementa, volviéndose muy molesto para la práctica de actividad física.
La fractura por estrés metatarsiano suele suceder cuando se realizan entrenamientos de forma demasiado frecuente o en personas que por su antropometría tiene una excesiva pronación en su pie.
Si se trata de un problema biomecánico lo más recomendable es acudir a un medico deportivo o fisioterapeuta para identificar y abordar el problema. Para prevenirlo, además, es importante realizar un calentamiento correcto, de modo que, introduciendo ejercicios previos de movilidad puedas ir entrando en calor progresivamente.

4. Tendinitis aquilea
También conocida como tendinitis de Aquiles, con esta lesión se siente dolor en la zona posterior de la pierna cerca del talón. Si a medida que corre empeora, probablemente estás sufriendo este tipo de lesión. Se produce principalmente por una sobrecarga de la zona dañada, produciéndose en el tendón aquileo una sensación de dolor al tacto o al moverlo.
La solución pasa por reducir las cargas de entrenamiento y, si es necesario descansar, durante un periodo de tiempo hasta que el dolor remita. Si éste continúa, es recomendable acudir a un especialista que lleve a cabo un protocolo de readaptación de la zona dañada.

5. Sesamoiditis
La sesamoiditis es una lesión que se produce en los huesos sesamoideos, debido a traumatismos repetidos. Generalmente se manifiesta en el dedo gordo del pie. Cuando se origina una inflamación en el tejido que cubre el hueso o una fractura del sesamoideo aparece la denominada sesamoiditis.
Esta lesión está muy relacionada con una falta de movilidad, fuerza o estabilidad del tobillo, pierna o cadera, por lo que fortalecer estas zonas se hace vital para evitar este lesión. Además, realizar actividades que limiten el estrés de la zona, como nadar o montar en bicicleta puede ser de gran ayuda. Otra opción es acudir a un fisioterapeuta, con el objetivo de introducir una plantilla en la zapatilla para reducir, amortiguar y mejorar los apoyos producidos durante la carrera.

Referencia
- Jessica Migala. Got Foot Pain? The 5 Worst Foot Injuries for Runners. Para Dailyburn [Revisado en enero de 2017].