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Deberías hacer ejercicio en tu hora de comida de la oficina

En a oficina, la hora de comida es sagrada, ese momento del día en el que no te tienes que preocupar por los pendientes y puedes dedicarte a relajarte y apagar tu cerebro por un momento, pero, tal vez no estás usando ese tiempo de la mejor manera, y estás desaprovechando todo su potencial para mejorar tu día y tu vida.

De acuerdo con el National Institute for Health and Care Excellence, los buenos jefes saben que sus empleados necesitan moverse de vez en cuando y deberían recomendarles que usen su tiempo de comida para hacer un poco de ejercicio (porque eso de la vida sedentaria no solo hace que te aprieten los pantalones, también te está matando lentamente).

Todo el que haya puesto un pie en una oficina sabe que es imposible mantener el ritmo de trabajo todo el día sin un descanso (comer en tu escritorio no cuenta, además es deprimente), por eso la hora de comida es tan importante (también es ese momento del día en el que puedes convivir con tus compañeros y compartir todas las quejas que jamás le van a pasar al departamento de recursos humanos), y el NICE dice que la mejor forma de aprovecharlo es haciendo uso de la membresía del gimnasio que sacaste al principio del año (cuando te engañas a ti mismo diciendo que ahora si vas a ser más activo) está acumulando polvo en el fondo de un cajón.

La actividad física es muy importante para la salud, te ayuda a mantener un peso saludable, pero también a que no tengas problemas más adelante en el camino (con la movilidad, la flexibilidad, fuerza, etc…). Todos los expertos recomiendan que hagas por lo menos 30 minutos de ejercicio diarios (y que camines unos 10,000 pasos), pero, entre el trabajo, las responsabilidades y la vida en general, a veces es imposible encontrar unos pocos minutos libres, lo que termina logrando que ir al gimnasio no sea una prioridad.

Lo que tal vez no habías considerado es que tienes un momento en el día que puedes usar para eso, tu hora de comida en el trabajo. Tal vez creas que esto es una mala idea, que te va a dejar sudado y demasiado agotado como para volver al trabajo, pero es todo lo contrario.

Usar tu hora de comida para hacer ejercicio tiene mucho beneficio, tanto físicos como mentales, puede ayudarte a combatir el estrés y a tener más energía a lo largo del día, además de que es probable que el gimnasio no esté lleno a esa hora y puedas usar los aparatos que queras sin tener que esperar.

Estas son las razones por las que debes considerar esta opción para tu vida.

Elimina el estrés

El ejercicio es una de las mejores formas de liberar estrés acumulado. De acuerdo con Harvard Medical School, el ejercicio «tiene una capacidad única para divertir y relajar, para proporcionar estimulación y calma, para contrarrestar la depresión y disipar el estrés». Cuando haces ejercicio a la mitad del día, puedes lidiar mejor con el estrés y volver al trabajo sintiéndote renovado (suena un poco a infomercial, pero es verdad).

Tu workout va a ser más eficiente

Cuando sabes que tienes que volver a tiempo al trabajo, te tomas menos tiempo para descansar entre ejercicios, no haces tantas pausas y tampoco te sientas a platicar con todos en el gimnasio, lo que significa que e ejercicio se vuelve más eficiente y haciendo más en menos tiempo.

Reviertes un poco del daño de estar sentado todo el día

Definitivamente no es sano que estés sentado todo el día, eso está relacionado con la obesidad y las enfermedades cardiacas, pero hacer un poco de actividad física ayuda a prevenir y hasta revertir el daño que sufre tu cuerpo al estar en la misma posición todo el día.

Tienes las tardes libres

Lo último que quieres hacer al salir de la oficina es correr al gimnasio, si haces eso a la hora de la comida, tienes la tarde libre para hacer otras cosas que te parezcan más divertidas que pasar media hora sudando.

Vas a comer más sano

Nadie arruina una sesión de ejercicio comiéndose una hamburguesa después, cuando vas al gimnasio empiezas a apreciar todo el esfuerzo que haces para mantenerte sano y, normalmente, eso se traduce también en mejores hábitos alimenticios. Definitivamente no vas a tener mal del puerco después de cada comida.

Vas a tener más energía

El ejercicio produce endorfinas, que no solo mejora tu estado de ánimo, también te da el boost de energía necesario para terminar el resto del día sintiéndote bien. Ese “high” que te da el ejercicio no desaparece cuando terminas de entrenar, puede durar hasta unas horas y eso te va a ayudar a trabajar mejor.

Fuente

Deberías hacer ejercicio en tu hora de comida de la oficina | GQ

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