El running es una alternativa por la que muchos están optando actualmente. Por lo general empiezan planeando una rutina que en principio logran, aunque en algunos casos algo sucede, los días pasan y desisten.
A pesar de que cada uno tiene motivaciones distintas para hacer deporte, la mayoría de las personas que incursionan en el mundo runner tienen algo en común: suelen afrontar una serie de barreras u obstáculos no solo físicos, sino mentales.
Descubre cuáles son los miedos más comunes de un runner y cómo superarlos.
5 barreras emocionales típicas de un runner
¿Te has identificado con lo que describimos en el párrafo anterior? Si la respuesta es sí, te daremos algunas recomendaciones que expertos en el tema han sugerido y que a muchos runners le han servido para derribar las llamadas barricadas mentales. Seguro que a ti también te serán útiles.
1. Postergar continuamente salir a correr
Este es el primer obstáculo con el que seguramente te has topado y, sucede usualmente cuando te estás iniciando en tus primeros entrenamientos. En contra de lo que puedas pensar, hasta el runner más motivado ha sentido alguna vez que no tiene ganas de entrenar.
Para vencer esta barrera debes encontrar lo que te impulsa a entrenar. Se establece que la motivación es propia, cuando al responder a la pregunta “por qué lo hago”, te respondes a ti mismo con los innumerables beneficios que este deporte te proporciona, desde el más notorio a la vista (el estado de tu cuerpo), hasta los más complejos (beneficios emocionales). Por ello, no se te hará tan difícil cumplir con el entrenamiento.
Sin embargo, se te podría hacer más complicado mantener esta disciplina si tu motivación es accesoria, como correr porque el running se ha transformado en una actividad de moda.
Algunas tácticas para acabar con esta barrera son invitar a un compañero a entrenar o inscribirse en un grupo de runners, estableciendo de esta forma un compromiso, que empezaría contigo mismo.
2. Inseguridad de que los demás sean más veloces que tú
Es totalmente comprensible que el segundo impedimento presente sea el dudar de tus capacidades y la forma en la que te percibes. En esos instantes de inseguridad, es imperativo cuestionarte a ti mismo tu objetivo como atleta. ¿Ser premiado con infinidad de galardones y distinciones o correr con fines recreativos o de salud?
Ahora bien, lo que debes tener siempre en cuenta, sea cual sea tu respuesta a esta interrogante, es esta sabia recomendación de los expertos: pensar en ti mismo como una persona que es capaz, y que está trabajando para conseguir la cristalización de sus objetivos, sin importar qué.
Es un hecho notorio que la competición es para los runners algo importante; sin embargo, siempre habrá alguien más rápido que tú, pero también gente más lenta que tú, así que deja de obsesionarte por ello. Relájate un poco y disfruta de la experiencia. Trata de enfocarte en aquello que quieres conseguir en lugar de fijarte en los demás.
Recuerda que una de las virtudes del running es su democracia, porque permite participar en una carrera tanto a aquellos que corren muy rápido, como a los que tan solo desean superarse para llegar a la meta.
3. Sentir que no has entrenado bien y que no darás la talla
La mejor forma de combatir esta inseguridad es centrarte en los entrenamientos y ejercicios que realizaste. Crea un mantra y repítelo en tu cabeza las veces que sea necesario. Por ejemplo, he entrenado, quiero, puedo y me lo merezco, así que estoy listo(a) para hacer mi mejor marca.
Por otro lado, si no has podido entrenar lo suficiente por cualquier circunstancia, date permiso para ajustar tus objetivos. Recuerda ser realista, ya que nadie mejor que tú sabe para qué se ha preparado y hasta dónde puede llegar. En otras palabras, no ambiciones demasiado cuando no has dado el todo por el todo. En este caso, lo más sano es reconsiderar nuestros objetivos y ser más mesurados.
4. Sentirte humillado en público si te caes durante la carrera
Contra ello, nada como hacer algunas pruebas en carreras más cortas para saber cuáles son tus condiciones de cara a una prueba larga como una maratón. Debes entrenar lo suficiente al ritmo de carrera, y no olvidar reponer energías.
Céntrate en el proceso y no sólo en el desempeño, como bien dicen desde la psicología. El triunfo y la derrota son hermanos, y todo aquel que quiere ganar implícitamente reconoce la existencia de fracasar. Lo esencial radica en aprender cómo ganar, y siempre ayuda el tener un objetivo diferente al de llegar a la meta en los primeros lugares.
Una recomendación es crear planes alternativos, ya que son una especie de amortiguador de tu objetivo inicial. En resumen, si estás participando en un maratón, por ejemplo, ten la satisfacción de ir completando cada uno de los km y convertirlo en un gran logro sin importar qué.
5. Lesionarte y dañarte seriamente
Aunque hacer ejercicio aumenta el riesgo de sufrir algunas lesiones, ten presente que todo en la vida tiene un precio, y tener un estilo de vida sedentario es uno de los más caros. En otras palabras, quedarse en la cama es más peligroso que el ejercicio.
El ejercicio adaptado a la persona es seguro. Nada existe más alejado de la realidad que pensar lo contrario. Si cumples con tu plan de entrenamiento adaptado a tus necesidades y objetivos, conseguirás múltiples beneficios sin que sea arriesgado.
Conclusión
Ya cuentas con algunas claves para dominar tu mente y seguir adelante con tus entrenamientos. Te ayudarán a evitar que el estrés tenga un impacto negativo sobre tu rendimiento deportivo, aunque lo más fundamental es tener la determinación de correr para luego decidir un plan que localice el miedo y lo supere con pasos cortos, hasta conseguir sobreponerte.
Referencia
- Loudin, A. 7 Common Fears for Runners (and How to Overcome Them). Para Daily Burn [Revisado en abril de 2018]
Fuente: entrenamiento.com